Historia (y réquiem) por nuestra Fábrica de Botellas de Jerez

POR ANTONIO MARISCAL.- No cabe duda que la FÁBRICA DE BOTELLAS como popularmente fue conocida en Jerez de la Frontera esta factoría de envases de vidrio, cerrada definitivamente en noviembre de este año, fue para la ciudad algo más que una mera instalación fabril, ha formado parte de la propia fisonomía local. (Foto: Panorámica de la Fábrica de Botellas de Jerez en 1925)

Tan familiar nos resultaba a los jerezanos, que difícilmente podemos concebir la zona sin sus altas chimeneas y sus enormes murallas de palés conteniendo miles y miles de botellas listas para su transporte.

Por donde quiera que se llegue a Jerez, lo primero que veremos será la silueta grandiosa de tres altísimas chimeneas. De allí manaba el humo de los únicos grandes hornos que han existido en nuestra población.

Obreros de la fábrica de botellas y las cañas para soplar el vidrio en 1916 Archivo J. Cirera.
Obreros en la Fábrica de Botellas con sus cañas para el soplado en 1918 del archivo de J.A. Cirera

Dicha fábrica de vidrio soplado fue construida por un acaudalado francés de Lyón llamado André Bocuce en 1896, habiendo cumplido en activo 114 años de existencia. «La Jerezana» que así se denominó aquella primitiva fábrica, comenzó la elaboración de botellas por el viejo sistema de soplado con caña. Como se puede fácilmente suponer, la instalación de esta empresa en Jerez, respondía a la necesidad de cubrir la creciente demanda de botellas por parte de la próspera industria vinatera de la zona, hasta entonces mal atendida por la insuficiente producción de la vieja fabrica de vidrio «La Constancia», situada junto a la plaza de toros. Esta era una sociedad constituida por un grupo de bodegueros locales que terminaría siendo absorbida por la nueva y pujante compañía francesa.

«La Jerezana» de André Bocuce terminaría fusionándose con una compañía belga y como consecuencia sustituyendo el sistema tradicional de soplado con caña por modernas máquinas «Boucher». De esta manera aquella industria se transformaría en la nueva «Compagnie Génerale des Verreries Espagnoles».

Ya en el año 1918 bajo la dirección de León Loupot y Eugenio Laboisse, y a pesar de las grandes dificultades impuestas por la primera guerra mundial (escasez de carbón para sus hornos, materias primas de todo tipo y repuestos para su maquinaria), circunstancias que obligaron a la fábrica a trabajar con uno sólo de sus tres hornos; la compañía contaba con una plantilla de 350 trabajadores. Dichos operarios y sus familias eran beneficiarios de algo tan avanzado para la época como servicios médicos y farmacéuticos por cuenta de la compañía, así como una caja de ahorros y pensiones.

En 1925 la empresa se hizo española pasándose a denominar «Compañía General de Vidrierías Españolas». Las instalaciones que actualmente conocemos, situadas en el triángulo que forma Ronda de los Alunados y Avenida de Arcos hasta llegar a la vía férrea, fueron remodeladas en 1933 con la maquinaria y procedimientos tecnológicos más avanzados de aquella época. 114 años de funcionamiento ininterrumpidos son muchos, no cabe duda, y dan muestra fehaciente de la extraordinaria adaptación de esta industria a los vertiginosos cambios del siglo XX, período en el que la humanidad avanzó más que en toda la historia.

Anuncio Fábrica. Botellas

En el año 2000 contaba con una plantilla de más de dos centenares de trabajadores y una producción aproximada de 121 mil toneladas, lo que equivale a la fabricación de 260 millones de botellas al año. En sus instalaciones se elaboraban, no sólo las negras botellas para el mundialmente famoso «jerez»; si no también para importantes fábricas de cerveza, famosas marcas de bebidas carbónicas y prestigiosas firmas de cavas catalanes Sus altas chimeneas, que espero se conserven, para seguir siendo figura familiar y enseña, aunque ya no veleta de estos alrededores urbanos.

Jerez perdió para siempre su emblemática fábrica de botellas, como perdió en su día la más importante industria de España de envases de cartón, sus importantes y avanzadas litografías, sus fábricas de cápsulas, de tapones corona, tapones de corcho, aserradoras, decenas de empresas bodegueras y otras prósperas industrias que antaño daban empleo y riqueza a la ciudad. ¿Cuál será la próxima? No se a quien habría que decirle aquella famosa frase de Boabdil el Chico: “llora como un niño lo que no has sabido defender como un hombre”

Por Antonio Mariscal Trujillo

Este artículo está patrocinado a beneficio de la acción solidaria de La Asociación Obispo Rafael Bellido Caro de Jerez “El Pan de los Pobres” por la empresa

MAC MIGUEL ÁNGEL CASTAÑO FOTOGRAFÍA PROFESIONAL

miguelangelcastañoalbatros

Consulta en el siguiente enlace todos los servicios de esta empresa jerezana:

http://www.albatrosfoto.com/

Publicado por obisporafaelbellido

Web y blog oficial de la Asociación Obispo Rafael Bellido Caro de Jerez de la Frontera (Cádiz). Conocida por "el pan de los pobres"

Deja un comentario